sábado, 7 de junio de 2014

El infierno tejano

Comenzaron las finales, comenzó la revancha del último año entre los San Antonio Spurs y los vigentes campeones, los Miami Heat. Ya se hablaba de una hipotética final entre ambas franquicias desde hacía semanas, era la final más esperada por cualquier aficionado al baloncesto y así ha sido, el pasado 5 de Junio comenzó a volar el balón por el AT&T Center.
Unos hablan de encerrona, otros simplemente de un problema técnico, pero la realidad fue que eso no era un pabellón, aquello era un infierno, una olla a presión, tanto que  el calor ahogó al público, los aplaudidores que se habían colocado acabaron siendo abanicos, y los que empezaron siendo reyes acabaron a la silla de la reina.
El partido se sucedió muy igualado, pese a tener una rotación mas limitada, los Heat aguantaron el golpe que suponía la rotura del aire acondicionado, en los tiempos muertos se ponían hielo en los muslos y gemelos, y toallas muy húmedas en el cuello para refrescarse antes de volver a la pista. Veíamos a un Lebron muy acertado de cara a canasta durante todo el partido, muy bien escoltado por los otros dos componentes del Big Three y un cuarto a quien no afectó el calor, un Ray Allen rejuvenecido, como si los años no hubiesen pasado para él. En frente otro Big Three bastante mas "talludito", los eternos retirados Ginobili y Duncan, y el genio francés, Parker, junto a una segunda unidad magistral de jóvenes promesas y de viejos talentos, Leonard o Diaw son otras dos grandes estrellas de este magistral equipo.
El calor era ya insoportable, se tomaron temperaturas de hasta 40º y entonces vino el shock del "Rey", a falta de 4 minutos, con el partido ligeramente a favor, y tras una secuencia de dos tiros consecutivos erróneos y precipitados, "King" James penetró, anotó y desistió. No podía mas, sus músculos dijeron basta, y no pudo llegar al banquillo por su propio pie, entre dos compañeros a la famosa "sillita de la reina" tuvieron que ayudarle para llevarle al banco. El mejor jugador del planeta también es humano, y sufrió un desfallecimiento por una deshidratación brutal que le supuso dejar de jugar ese final del primer partido, llevaba 25 puntos y lideraba a su equipo. Mientras tanto en la pista, el desacertado Green enchufó dos triples que rompieron el partido. Los Spurs se fueron en el marcador y lo que era un partido igualado acabó siendo una victoria cómoda de 15 puntos a favor de los tejanos.
Primer partido y un punto a favor de San Antonio que aprovechando el fallo en la ventilación del pabellón, dieron el primer golpe a su favor, y no sólo destrozaron a los Heat, si no que hundieron a Lebron y le dejaron derrotado y sin aliento viendo como la vieja escuela podía con la supremacía del mejor jugador del mundo.



viernes, 27 de mayo de 2011

Finales de 1980

Corria el año 1980 y las finales de la NBA que enfrentaban a los Lakers de Kareem Abdul Jabbar contra los Sixers del “Doctor J”. Los Lakers habían llegado a la final con cierta facilidad ganando por 4-1 a los Phoenix y a Seatle, y los Sixers llegaban tras doblegar a los Celtics en la final de conferencia. Los Angeles poseían en sus filas al 5 veces ganador del MVP, Jabbar y a un novato seleccionado en el draft, Earvin Johnson el cual llegaría a hacer historia. La serie no pudo empezar mejor para los Lakers ya que vencieron liderados por Kareem que anoto 33 puntos y con destellos del rookie Johnson que rozo el triple-doble: 16 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias. La serie prosiguió hasta llegar al quinto partido con la eliminatoria empatada a 2 y con Julius Erving habiendo protagonizado la que es para muchos la hasta ahora mejor jugada de la historia, aquella “the baseline move”. En el quinto partido sucedió lo peor que podía pasar, la lesión de Abdul Jabbar, que al caer pisó a su compañero y se retorció la rodilla lo que no le impidió seguir jugando hasta el final del partido y dar la victoria a su equipo. Al finalizar el encuentro el médico descarto la posibilidad de que Kareem jugase el siguiente partido lo que derrumbo al conjunto Angelino. En el avión de camino a Filadelfia, de repente, el joven Johnson salto: “tranquilos chicos Magic está aquí”. Los compañeros alucinaron y encima “magic” pidió al mister jugar de pivot como hacia en la escuela pero su puesto natural en la actualidad era el de base. El sexto partido empezó con él de pivot y mostró su versatilidad y su sorprendente capacidad anotadora y reboteadora. Magic condujo al equipo a la gloria anotando 42 puntos capturando 15 rebotes y repartiendo 7 asistencias. Jugo de pivot, siguió de alero y acabo de base. Aquel dia la gente se olvido del 5 veces MVP y nació una leyenda que cambiaria la historia del baloncesto para siempre.

jueves, 26 de mayo de 2011

Perdedores como....

Perdedores como Tracy Mcgrady, que anotan 13 puntos en 35 segundos para darle la vuelta a un partido ya imposible.
Perdedores como Vince Carter que pasan a la historia por inventar el “dunk de la mort”.
Perdedores como Barkley que le disputan unas Finales al jugador mas grande que alguna vez haya pisado una cancha de baloncesto.
Perdedores como John Stockton y Karl Malone, que conforman el mejor “pick and roll” que a habido y habrá en la historia de la NBA.
 Perdedores como Grant Hill que después de aspirar a todo, de haber llegado a lo mas alto y de sufrir la mayor caída imaginable, son capaces de levantar la mirada y reinventarse a si mismos.
Perdedores como  Yao Ming que a modo de embajadores abren la liga de baloncesto mas importante sobre la faz de la tierra al país mas poblado del mundo.
 Perdedores como Shawn Kemp, que consiguen que el sol brille con mas fuerza en la lluviosa ciudad de Seatle.
 Perdedores como Wilkins que no le temen a una rivalidad cara a cara con el mismísimo Jordan.
 Perdedores como Nash que ganan dos MVP y a la edad de 36 años siguen mejorando cada año como el buen vino.
Perdedores como Jason Kidd que pasan una buena parte de su carrera flirteando una noche si y otra también con el ansiado triple-doble.
 Perdedores como Nowiztki que entregan su cuerpo y su alma a un proyecto durante años y no se cansan de seguir intentándolo.
 Perdedores como Reggie Miller que luchan contra la misma genética en aras de ver cumplidos todos sus anhelos.

Entre todos ellos no cuentan un solo anillo.¿ Eso les convierte en perdedores?
En tal caso, amigos, yo también quiero ser un perdedor.